El contexto histórico y las condiciones actuales de las familias pueden tener un impacto significativo en el cumplimiento de los Derechos Humanos, ya que la discriminación, la violencia intrafamiliar y las desigualdades económicas y sociales pueden afectar la capacidad de las familias para garantizar el pleno ejercicio de los Derechos Humanos. Por lo tanto, es necesario abordar estos desafíos para garantizar que todas las familias puedan ejercer plenamente sus derechos, independientemente de su género, edad, orientación sexual, etnia o cualquier otra característica. En el pasado, las familias solían ser estructuras patriarcales en las que el padre tenía el poder y la autoridad sobre todos los miembros de la familia, incluyendo a la esposa e hijos. Esto ha llevado a la discriminación y la violación de los Derechos Humanos de las mujeres y los niños, así como a la exclusión y la marginación de otros miembros de la familia que no se ajustaban a los roles de género tradicionales. En la
En términos generales, la familia se puede definir como un grupo de personas unidas por lazos de parentesco o afecto, que comparten un espacio de convivencia y que se involucran en diferentes actividades cotidianas como el cuidado de los hijos, la administración del hogar, la educación y la socialización. Sin embargo, la definición de familia ha evolucionado a lo largo del tiempo, reflejando los cambios en las estructuras sociales, las normas culturales y los avances en la comprensión del desarrollo humano y las relaciones interpersonales. En la actualidad, se reconocen diferentes tipos de familias, incluyendo las nucleares, monoparentales, extensas, reconstituidas, homoparentales, entre otras. En la construcción propia del concepto de familia, es importante tener en cuenta que cada individuo y comunidad puede tener su propia percepción y definición de lo que significa familia, lo que puede estar influenciado por factores culturales, religiosos, políticos, económicos y personales.